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Cuando debemos escoger que caldera necesitamos para nuestra vivienda, debemos saber que tipos de calderas existen, para saber cual caldera puede cubrir mejor nuestras necesidades.
Inicialmente, vamos a definir que es una caldera y como funciona:
La caldera, ahí va su nombre, es un calderín cerrado, generalmente de metal, donde se calienta el agua, mediante la combustión de gas, gasoil, leña, pellets, etc.
Cuando se inicia la combustión a través del quemador del gas, se quema el combustible, y cede el poder calorífico generado al sistema de calefacción por radiadores, por suelo radiante o al Agua Caliente Sanitaria. Pero en el caso de que sea una caldera de condensación, gracias a su tecnología, permite aprovechar el calor existente de los gases generados por la combustión.
Tipos de calderas:
Las calderas pueden ofrecernos dos funciones en nuestro hogar:
- Nos pueden ofrecer Calefacción
- Nos pueden ofrecer Agua Caliente Sanitaria (ACS) + Calefacción
En el caso de que sólo nos ofrecieran Agua Caliente Sanitaria, solo necesitaríamos un calentador o un termo eléctrico.
Hay calderas que nos ofrecen una de estas dos funciones, pero también las hay que ofrecen ambos, de las cuales llamamos calderas mixtas. Las calderas mixtas son por las que habitualmente se decide el usuario, ya que cubre mejor sus necesidades.
También existen otros tipos de calderas, llamadas calderas instantáneas o por microacumulación. Estas calderas, tal y como indica su nombre, acumulan el agua caliente en depósitos de entre 3 y 5 litros, que permite que el agua caliente salga instantáneamente en cuanto abras el grifo, y la ventaja que tienen, es que no derrochan tanta agua como las que no tienen microacumulación.
En el caso de que no quisiéramos derrochar ni una gota de agua, deberíamos de instalar una bomba de recirculación programable.
¿Qué puntos clave debemos tener en cuenta a la hora de elegir una caldera?
Debemos tener en cuenta:
- Los metros cuadrados de la vivienda en el que se va a instalar la caldera, porque no es lo mismo una casa unifamiliar, que un piso. Además del número de personas que vivan en la vivienda, porque no es lo mismo una pareja, que 4 personas, de los cuales es más probable que usen dos baños a la vez.
- El uso que se va a realizar de la caldera, es decir, si es sólo calefacción o se va a utilizar también para calentar el Agua Caliente Sanitaria. Hemos de tener en cuenta también los elementos de la calefacción existente, o de la que se vaya a colocar.
- El tipo de combustible que podemos utilizar, porque hay zonas en las que el gas natural no llega, y también debemos tener en cuenta el espacio disponible para colocar un depósito de gasoil.
- El número de baños que tiene la vivienda: Es necesario saber el número de baños que requieren de agua caliente, saber si son aseos, baños completos con ducha o bañera, porque la cantidad de agua necesaria sería diferente.
- Otros de los factores influyentes sería la temperatura ambiente de la zona geográfica donde está ubicada la vivienda, pues la temperatura exterior condiciona el funcionamiento de la caldera, y, sobre todo, el aislamiento del que disponga la casa, por lo que también influye el número de ventanas, posición de la vivienda, planta de la vivienda, etc.
Los tipos de calderas se diferencian según el combustible que utilicen, por ello encontramos calderas de gas o de gasoil, pero estas calderas son muy diferentes según la disponibilidad del espacio que dispongamos.
Modelos de calderas según su combustible:
Como ya hemos argumentando antes, según la zona en la que vivas, podrás tener disponibilidad de unos y/u otros combustibles:
Modelos de calderas según su combustible:
Como ya hemos argumentando antes, según la zona en la que vivas, podrás tener disponibilidad de unos y/u otros combustibles:
Calderas de gas:
- Gas natural: Según la zona donde este situada la vivienda, podremos utilizar el gas natural a través de un sistema canalizado.
- Gas butano o gas propano: Si tu vivienda no tiene acceso al sistema canalizado de gas natural, puedes escoger este tipo de gas.
Calderas de gasoil:
Las calderas de gasoil son una de las alternativas cuando en la zona no hay canalizado el sistema de gas natural. Este sistema necesita almacenar el gasoil en su propio depósito, por lo que se necesita mayor espacio para ubicar una caldera de este tipo de combustible. Este tipo de calderas se suele implementar en casas unifamiliares.
Las calderas de gasoil calientan muy rápido y tienen un fácil mantenimiento, aunque, por lo contrario, son las que más gases emiten a la atmosfera.
En función del uso tenemos dos tipos de calderas de gasoil:
- Calderas de gasoil por acumulación: Son calderas que conservan el agua siempre caliente. Son las ideales para viviendas que necesitan disponer de agua caliente de manera inmediata, por lo que gastan más gasoil para mantener caliente el agua.
- Calderas de gasoil instantáneas: A diferencia de las anteriores, las calderas de gasoil calientan el agua a medida que se necesita, por lo que tienen un gasto menor, ya que sólo consumen combustible en el momento en que se necesite calentar el agua o poner la calefacción.
Modelos de calderas según su tipología:
Atmosféricas: Las calderas atmosféricas son las que usan el aire del habitáculo donde se encuentran para realizar la combustión. La instalación de estas calderas está prohibida desde el 1 de enero de 2010, ya que la normativa vigente dictamina que sólo se pueden instalar calderas estancas y que emitan un bajo nivel de sustancias contaminantes.
Estancas convencionales: Son calderas que también están fueran de normativa. Las calderas estancas combustionan dentro de la cámara que no tiene contacto con el habitáculo. En estos casos, la salida de humos por la que expulsa los gases se realiza mediante un ventilador forzado que contiene la caldera. Desde el 26 de septiembre de 2015 está vigente la normativa ErP (Energy related Products) que regula los requisitos que deben tener las calderas. Desde esa fecha se prohibieron las calderas convencionales y las no eficientes, como son las estancas.
Las calderas estancas pueden ser de diferentes tipos:
- Calderas convencionales: Como ya hemos dicho antes, estas calderas quedan prohibidas des de septiembre de 2015. La razón de su prohibición es la alta emisión de gases que producen, y por lo que no son nada eficientes.
- Calderas de bajo nox: Son aquellas calderas que emiten bajas emisiones de óxidos de nitrógeno. Según la normativa europea ErP, tanto las calderas estancas como las calderas denominadas Clase 5 de Bajo NOX terminarán desapareciendo de la venta según se vayan agotando sus existencias, ya que no se va a fabricar más stock.
- Calderas de condensación: Las calderas de condensación son las calderas de última generación, las que mayor eficiencia ofrecen y te ayudan a ahorrar entre un 20% y un 30% de combustible. Ofrecen un rendimiento energético que puede llegar hasta el 109%, según el modelo de caldera instalado. Para ser instaladas necesitan un desagüe para evacuar el agua condensada.
Algunos modelos de estas calderas te permiten incorporar un sistema de energía solar alternativo. De está manera se necesitaría menor energía para la calefacción y/o para el agua caliente sanitaria, y con el consecuente ahorro. Porque toda inversión en energías renovables, a la larga, siempre tiene su recompensa, tanto en el medioambiente, como en el bolsillo.
Modelos de calderas según su colocación:
Calderas de pie: La estructura se apoya en el suelo por lo que ocupan más espacio. Pueden ser de gasoil, gas o cualquier otro combustible fósil.
Calderas murales: Son los casos en los que la caldera va sujeta a la pared. Son las más habituales en las viviendas. Son las de gas natural y las de gas propano (o butano).
¿Qué potencia voy a necesitar?
En el caso de que necesitemos que nos suministre Agua Caliente Sanitaria y Calefacción, optando por una caldera mixta, la caldera de condensación debe ser más potente, que si sólo fuera para suministrar la calefacción.
Por lo tanto, tenemos diferentes gamas de potencias en calderas de condensación:
- De 20 a 22 kW: Es la potencia mínima, ya que las marcas, por debajo de esta potencia, no las suministran.
- De 23 a 25 kW: Es la potencia más común que se utiliza en la mayoría de viviendas.
- De 28 a 29 kW: Es la potencia que se utiliza en viviendas grandes, que están situadas en lugares fríos.
- De 33 a 35 KW: Es la potencia que se utiliza en viviendas muy grandes, que están situadas en lugares muy fríos.
- De 40 a 45 kW: Es una potencia muy alta que se utiliza en viviendas muy grandes con un aislamiento insuficiente, suelen ser poco habituales en viviendas.
El cálculo rápido teórico, sin tener en cuenta todas las variables anteriormente detalladas, sería de multiplicar los metros cuadrados de la vivienda por 150W. Por lo que sería una simple multiplicación:
Si usted tiene una casa de 200 m2 x 150W = 3.000W, es decir que necesitaría una caldera de mínimo 30 kW. Pero claro, esto es el sistema rápido, sin contar con todas las variables.
Como hemos visto en los rangos, las potencias de las calderas varían entre 20 y 35 kW para viviendas más grandes con uso intensivo. Estas últimas potencias se recomiendan para viviendas más grandes, hasta unos 300 m2 o con un uso más intensificado.
En el caso de que la vivienda este muy mal aislada en un entorno muy frío, aumentaremos en un 20% el cálculo para ceñirnos mejor a la potencia calorífica real que necesitamos.
¿Qué normativa actual debe cumplir la caldera?
Según la normativa europea ErP, tanto las calderas estancas como las calderas denominadas Clase 5 de Bajo NOX terminarán desapareciendo de la venta según se vayan agotando sus existencias, ya que no se va a fabricar más stock. Por lo tanto, actualmente, todas las calderas tienen que ser de condensación.
Las calderas de condensación ahorran hasta un 30% más de combustible que las convencionales, además, las emisiones de gases contaminantes son muy reducidas. Las calderas de condensación tienen una eficiencia energética de clase A, y si le añadimos un termostato de regulación modulante o unas válvulas termostáticas aumentará su eficiencia energética a unPRE A+.
Todas las calderas deben cumplir con la actual Normativa ErP y el etiquetado energético ELD, en la etiqueta debemos encontrar las siguientes características:
- Marca y modelo de la caldera.
- Indicativo de la calefacción con la escala de eficiencia energética de calefacción: de la A++ a la G.
- Indicativo del Agua Caliente Sanitaria según su caudal, que puede ser: M, L, XL o XXL, en función de la capacidad de respuesta a las diferentes necesidades y con su escala de eficiencia energética: de la A a la G.
- Nivel de ruido en decibelios (dB).
- Potencia calorífica nominal de la caldera en kilovatios (kW).
En los equipos con potencia de hasta 70 kW, es obligatorio mostrar la etiqueta energética visible en todo su proceso de comercialización. En el momento de la instalación, el instalador deberá de aportar al consumidor una etiqueta de sistema, en la que se evalúa la eficiencia conjunta del aparato con todos los elementos adicionales que complementen la instalación, como sistemas solares térmicos, termostatos, acumuladores, etc.
Un ejemplo de la etiqueta energética de una caldera, sería:
Desde el 1 de agosto de 2017, el nuevo Reglamento de la UE 2017/1369 estableció una nueva etiqueta energética que solo contempla la clase energética de la A a la G.
¿Otras posibilidades a tener en cuenta?
Otro factor que debemos tener en cuenta es el tamaño de la caldera, ya que existen calderas ultracompactas que son ideales para lugares pequeños.
Como ya hemos comentado antes, también recomendamos utilizar sistemas automáticos de regulación para que el sistema completo aumente su eficiencia energética, adaptando la caldera a las necesidades óptimas de su utilización, utilizando válvulas termostáticas y/o termostato modulante. Otras de las opciones que incorporan las calderas son los termostatos modulantes con Wi-Fi, que te permiten activar y regular la caldera desde cualquier lugar.
Además, existen calderas que disponen de microacumulación, manteniendo el agua caliente en un pequeño depósito para evitar una larga espera del agua caliente al abrir el grifo, y un mayor derroche de agua.
¿Qué hay del mantenimiento de la caldera de condensación?
El Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios, RITE (Real Decreto 1027/2007) obliga a todos los usuarios de calderas de gas con potencia útil nominal instalada igual o menor de 70 kW a realizar una revisión obligatoria de la instalación cada dos años.
Esta revisión obligatoria de mantenimiento debe realizarla una empresa mantenedora certificada que el usuario elija.
Por último, le recordamos que la instalación y el mantenimiento de una caldera de gas debe realizarse a través de un instalador autorizado y de acuerdo con la normativa vigente en ese momento.
Si necesitas saber más detalles sobre como elegir tu caldera de gas, no dudes en contactar con nuestros asesores expertos, te ayudaran a escoger la caldera que más se adapte a las necesidades de su hogar.
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